miércoles, 20 de junio de 2012

LAS CINCO CANCIONES MÁS GLAMUROSAS DE TODOS LOS TIEMPOS



Hay canciones que con sólo escuchar su comienzo me trasladan a un estado de ánimo especial, para mí eso es el "glamour" musical. Imagino un baile con vestidos preciosos, un atardecer de mil colores o un beso romántico entre los protagonistas al final de una película maravillosa.
He seleccionado para este nuevo post las que yo considero algunas de las canciones más glamurosas de siempre. Los géneros que más glamour y encanto rebosan son el jazz, el soul, y en especial la música de los años 40 y 50. Para mí, las cinco canciones más glamurosas serían: en primer lugar "At last" de Etta James, "The way you look tonight", de Frank Sinatra, "Under my skin" también cantada por Sinatra, "Unforgettable" de Nat King Cole y Natalie Cole  y "Let´s fall in love" de Ella Fitzgerald.

Algunas forman parte de la banda sonora original de películas de ayer y de hoy. Concretamente, "The way you look tonight" aparece por primera vez en la película "Swing time" de Fred Astaire y Ginger Rogers y ganó el Óscar a la mejor canción original en 1936. También aparece en "Chinatown", "Hannah y sus hermanas", en el remake de los noventa de la deliciosa comedia de Minnelli "El padre de la novia", en "La boda de mi mejor amigo", en "Family man" con Nicholas Cage, así como en "Los amigos de Peter" y en "Trabajos de amor perdidos", ambas  de Kenneth Branagh. Originalmente fue grabada por Bing Crosby en 1930 y es todo un icono popular de la música romántica norteamericana.

La canción de Etta James aparece en filmes como "Wall-E" (2008) y "Pleasantville" (1998) y fue una de las canciones escogidas por Barack y Michelle Obama en la fiesta de la inauguración del mandato presidencial en Enero de 2009.

Otras son tan famosas que han sido cantadas por muchos artistas distintos, dando cada uno de ellos su particular interpretación de temas que son ya eternos y pertenecen a la memoria colectiva de cualquier amante de la buena música. Es el caso de "Under my skin", incluída en la banda sonora de la película "En qué piensan las mujeres" (2000) o de "Let´s fall in love" cantada aquí por la genial Ella Fitzgerald, pero que incluso fue cantada por Kim Basinger en la divertida película "Ella siempre dice sí" (1991). Espero que os guste este repaso por la música especial y especialmente elegante de todos los tiempos.
Pasen y escuchen...


 






martes, 19 de junio de 2012

CAÑAS DE CHOCOLATE

Estas cañas son las de toda la vida pero caseras y facilísimas de hacer. Sólo se necesita masa de hojaldre (yo recomiendo la congelada de DIA) y un bote de NUTELLA.

Tan sencillo como poner una buena ración de nutella encima de un rectángulo de la masa, enrollar sellando bien los extremos y meter en el horno una media hora a 200º. Sacar cuando el hojaldre esté bien dorado y ¡a comer!
Como toque final se pueden bañar en chocolate fundido*, o bien espolvorear un crocanti de almendra y azúcar glass por encima. Saben a las cañas de "Bollylandia" pero son mucho más naturales. A diferencia de todos los blogs de cocina que recomiendan el hojaldre de LIDL, yo recomiendo el de Mercadona o el de DIA, no me gusta nada de nada el de Lidl.


* En la imagen, yo las bañé con natillas...

 Corte de la caña

domingo, 10 de junio de 2012

LOS CINCO VESTIDOS MÁS ICÓNICOS DE LA HISTORIA DEL CINE






Vuelvo con una entrega nueva de mi ya habitual serie de los top five. Esta vez reúno dos de mis pasiones, el cine y la moda. Porque ¿qué es de una película sin un buen diseño de vestuario? ¿Os imagináis a Escarlata O´Hara en vaqueros o traje de chaqueta en vez de con esos maravillosos vestidos de época? Yo tampoco.

En mi opinión los cinco vestidos más icónicos de la historia del cine serían el de Audrey Hepburn en el comienzo de "Desayuno con diamantes", el de Rita Hayworth en "Gilda", el de Marilyn Monroe en "La tentación vive arriba", el de Vivien Leigh hecho con cortinas verdes en "Lo que el viento se llevó" y por último, de nuevo uno de Audrey Hepburn en "Sabrina".

En todo artículo sobre moda y cine no puede omitirse el nombre de Edith Head. Esta gran diseñadora de vestuario ganó nada menos que ocho Oscars a lo largo de su dilatada carrera, y gracias a ella - entre otros- se introdujo la estatuilla dorada como premio al mejor diseño de vestuario entre las categorías cinematográficas a premiar. Diseñó el vestuario de "Sabrina", una de las películas seleccionadas en este top five y de algunas más en las que intervino Audrey Hepburn, aunque ésta incluyo una cláusula en sus contratos por la que debía hacerse cargo de su vestuario su amigo el diseñador francés Hubert de Givenchy.

Comenzamos con un vestido celebérrimo, el que adorna el minúsculo cuerpecillo de Audrey Hepburn en la escena inicial de "Desayuno con diamantes". Realizado por Givenchy, este vestido ha sido objeto de subastas millonarias y se ha convertido por derecho propio en uno de los grandes emblemas del glamour en el mundo de la moda. Sencillo, sobrio y elegante, es uno de mis favoritos desde siempre. Máximo exponente de lo que debe ser un "Little Black Dress" o "Petite Robe Noir" en francés.


                                                    

En  segundo lugar y también negro, ¿quién no recuerda el vestido que acompañaba al guante despojado eterno de Rita Hayworth en "Gilda"? Diseñado por Jean Louis, de satén, escote bañera y contrastando con la melena pelirroja más bella del séptimo arte, este vestido es ya inmortal, como la propia película. Entre 30.000 y 50.000 dólares estaba el precio por el que se subastó hace unos años, ¡increíble!




En el tercer puesto del ránking tenemos a un "vestido volador", o al menos, eso es lo que parecía cuando su falda vaporosa era elevada por las rejillas de aire de la acera neoyorkina en "La tentación vive arriba". Cuando Marilyn rodaba esta escena provocó la curiosidad de toda la gente que pasaba por allí y fue el comienzo del fin de su relación con Joe di Maggio, celoso de su mujer hasta extremos insospechados. La bella Norma Jean se elevó con este vestido blanco a mito del celuloide gracias al travieso sistema de ventilación del metro de Nueva York... Ideado por William Travilla, en la subasta realizada en 2011 se pagaron más de tres millones de euros por el modelito...



Y no menos famoso es el vestido que una "apañada" Vivien Leigh- o Escarlata O´Hara- se hizo con las cortinas verdes de terciopelo del salón. Queriendo disimular su temporal pobreza la rebelde protagonista de "Lo que el viento se llevó" arrancó las cortinas de Tara y nos mostró cómo se pueden reciclar tejidos con un resultado espectacular. Walter Plunkett fue el artífice de tal joya del diseño de vestuario cinematográfico.




Y para acabar este ránking, de nuevo Givenchy para Audrey Hepburn. ¡Cuánta magia nos ha regalado este perfecto tándem de estilo y elegancia! El precioso vestido en blanco y negro que luce Sabrina convertida ya en "princesa" de la mansión Larrabee en la película más glamurosa de Billy Wilder es un vestido exquisito con corpiño sin tirantes, largo hasta los tobillos y con sobrefalda de vuelo. El vestido debía ser muy especial porque tenía que marcar de forma clara la transición entre la "cenicienta" inicial de la película, entre el patito feo del comienzo y el cisne bello y sofisticado que aparece luego en el filme.


 


No están todos los que son pero sí son todos los que están. Espero que os haya gustado mi selección de "glamour en el cine" aunque sé que hay muchos vestidos especiales en películas maravillosas, como el blanco con el pecho bordado de flores de Elizabeth Taylor en "Un lugar en el sol", de George Stevens, que fue plagiado hasta la saciedad por los grandes almacenes de Nueva York en su época. O el vestido rojo que luce Julia Roberts al ir a la ópera en "Pretty woman".... la lista sería interminable, porque si el cine es algo es una máquina inagotable de crear belleza y sueños, y sueños siempre bien vestidos.